domingo, 17 de octubre de 2010

3. PRIMICIAS DE TÍO FERNANDO

Antes de saber qué era un samurai, conocí a mi tío Fernando, que es lo más parecido en Yucatán a ese ser oriental. Lo digo porque el samurai en su existencia combina las esencias del crisantemo y la espada, y mi tío Fernando podía ser muy tierno y dócil, pero también muy duro e hiriente.
Don Fernando Humberto Gamboa Gamboa nació el primero de mayo de 1922 en Mérida, y fue el quinto hijo de los abuelos. Su muerte debido al cáncer marcó el fin de una época para esta familia, pues recuerdo el profundo duelo que invadió la casa, al que se sumó la enorme depresión de la abuela, pues había fallecido su hijo favorito.
Él dejó este mundo el 29 de diciembre de 1969, y dos días después lo seguía la abuela, pues por más que hicimos para tratar de sacarla de su ensimismamiento no pudo superar el perder a tío Fernando. Mi hermanito William la encontró muerta la mañana del día 31, cuando la fue a llamar para desayunar.
Como todas las personas, tío Fernando trataba de mantenerse en el claroscuro. Sin embargo, cuando llegaba a la casa de la calle 61, esa casa invadida de sol por las mañanas, parecía que una luz cruzaba el umbral y todo se volvía alegría, había esperanza en el futuro, y ese hombre rudo por fuera, era un dulce con sus hermanas y con los niños.
Estudiaba en el Colegio Militar, en la ciudad de México, en 1944, pero abandonó esos estudios para hacerse periodista y luego fue empleado federal.
En julio de 1949, a los 27 años, se casó con la tía Elsie Rosas Evia, y de esa unión nacieron mis primos Fernando Humberto. Elsie Carolina de las Mercedes, Mario Alberto y Jorge Iván.
Tío Fernando era la materia gris de esta familia, pues todo el tiempo estaba pensando en cosas que a veces los demás no entendían. Además, siempre fue muy solidario con sus hermanos, y parece ser que cuando murió el abuelo, él fue el brazo fuerte de la abuela Carolina.
Tía Frida me contó que él y mi padre iniciaron una revista sobre las ciudades antiguas mayas, y que sacaron varios números, aunque aún no logro encontrar ninguno que haya sobrevivido. También recuerdo una anécdota de él que me contaron en casa, sobre la ocasión en que fue a Guatemala y entrevistó al presidente de ese país. Estaban en una cena y le sirvieron su plato de carne con mucha grasa, que él comenzó a separar, hasta el momento que el presidente le dijo que en su país había mucha hambre, y que si dejaba esos pellejos se los darían a los perros. Tío Fernando acabó comiendo todo lo que le dieron.
Tenía problemas con el alcohol, pero no por ello dejaba de lado lo que tuviera que hacer. Asimismo, era el consejero de todos sus hermanos, y tenía una relación muy especial con tía Elsie y con sus hermanos varones.
Tengo la siguiente foto de diciembre de 1966, cuando mi prima Elsie Carolina cumplió 15 años. Se observa a tío Fernando feliz con su hija, y los flanquean mi prima Beatriz y la abuela Carolina.


Tuve ocasión de escuchar las ironías de tío Fernando, pero este aspecto y otros más, los dejaré para otra ocasión.

3 comentarios:

  1. Ayer me platicó tía Elsie Rosas que tío Fernando trabajó 15 años, en Minatitlán y Mérida, en la Junta Federal 14, que era donde se vigilaba que los hijos recibieran la pensión de sus padres hasta que cumplieran los 18 años. También me dijo que tío Fernando trabajó con mi padre, quien lo enviaba a viajar a distintos lugares. Quizá es el trabajo que me platicó tía Frida que ello hicieron, aunque ella se refería a una revista que hacían.

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  2. Ayer me platicó tía Elsie Rosas como fue el fin de tío Fernando. En enero le diagnosticaron que una bolita que tenía junto al sobaco era un carcinoma. Le hicieron un raspado en el ISSSTE de Mérida y luego de pruebas le dijeron que no podía hacerse más. Fue al DF al ISSSTE buscando una esperanza. Le hicieron nuevas pruebas y le cortaron el brazo, por lo que perdió el pulmón. Era tan grande su deseo de vivir... que se impuso leer todo lo que podía sobre cáncer. Su agonía impacto a todos... y ya muerto se llevó a la abuela Carolina, quien no soportó verlo en sus últimos días.

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  3. En la primera reunión de los primos Gamboa (pasado 5 de marzo), se identificó que el niño que carga en la foto el tío Fernando es Mario. También, me enteré por Elsie Carolina que los tíos Rolando y Alicia fueron sus padrinos de quince años.

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