

Él dejó este mundo el 29 de diciembre de 1969, y dos días después lo seguía la abuela, pues por más que hicimos para tratar de sacarla de su ensimismamiento no pudo superar el perder a tío Fernando. Mi hermanito William la encontró muerta la mañana del día 31, cuando la fue a llamar para desayunar.
Como todas las personas, tío Fernando trataba de mantenerse en el claroscuro. Sin embargo, cuando llegaba a la casa de la calle 61, esa casa invadida de sol por las mañanas, parecía que una luz cruzaba el umbral y todo se volvía alegría, había esperanza en el futuro, y ese hombre rudo por fuera, era un dulce con sus hermanas y con los niños.
Estudiaba en el Colegio Militar, en la ciudad de México, en 1944, pero abandonó esos estudios para hacerse periodista y luego fue empleado federal.

Tío Fernando era la materia gris de esta familia, pues todo el tiempo estaba pensando en cosas que a veces los demás no entendían. Además, siempre fue muy solidario con sus hermanos, y parece ser que cuando murió el abuelo, él fue el brazo fuerte de la abuela Carolina.

Tenía problemas con el alcohol, pero no por ello dejaba de lado lo que tuviera que hacer. Asimismo, era el consejero de todos sus hermanos, y tenía una relación muy especial con tía Elsie y con sus hermanos varones.
Tengo la siguiente foto de diciembre de 1966, cuando mi prima Elsie Carolina cumplió 15 años. Se observa a tío Fernando feliz con su hija, y los flanquean mi prima Beatriz y la abuela Carolina.

Tuve ocasión de escuchar las ironías de tío Fernando, pero este aspecto y otros más, los dejaré para otra ocasión.
Ayer me platicó tía Elsie Rosas que tío Fernando trabajó 15 años, en Minatitlán y Mérida, en la Junta Federal 14, que era donde se vigilaba que los hijos recibieran la pensión de sus padres hasta que cumplieran los 18 años. También me dijo que tío Fernando trabajó con mi padre, quien lo enviaba a viajar a distintos lugares. Quizá es el trabajo que me platicó tía Frida que ello hicieron, aunque ella se refería a una revista que hacían.
ResponderEliminarAyer me platicó tía Elsie Rosas como fue el fin de tío Fernando. En enero le diagnosticaron que una bolita que tenía junto al sobaco era un carcinoma. Le hicieron un raspado en el ISSSTE de Mérida y luego de pruebas le dijeron que no podía hacerse más. Fue al DF al ISSSTE buscando una esperanza. Le hicieron nuevas pruebas y le cortaron el brazo, por lo que perdió el pulmón. Era tan grande su deseo de vivir... que se impuso leer todo lo que podía sobre cáncer. Su agonía impacto a todos... y ya muerto se llevó a la abuela Carolina, quien no soportó verlo en sus últimos días.
ResponderEliminarEn la primera reunión de los primos Gamboa (pasado 5 de marzo), se identificó que el niño que carga en la foto el tío Fernando es Mario. También, me enteré por Elsie Carolina que los tíos Rolando y Alicia fueron sus padrinos de quince años.
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